EL DÍA DE MAÑANA.

AÑO: 2004 
DIRECTOR: Roland Emmerich
INTÉRPRETES: Dennis Quaid, Jake Gyllenhaal, Ian Holm, Emmy Rossum, Sela Ward, Arjay Smith, Tamlyn Tomita, Austin Nichols, Jay O. Sanders, Nestor Serrano, Rick Hoffman, Richard McMillan

SINOPSIS: Jack Hall es un climatólogo que lleva tiempo investigando el calentamiento global y el cambio climático. Hall sabe que para frenar ese cambio es necesario empezar a actuar en el presente y por ello trata de hacerse oir sin éxito en ciclos, conferencias y otros actos académicos. Una serie de extraños fenómenos meteorológicos empiezan a hacer sospechar a Hall que
el cambio quizá no sea tan lento como cabría esperar y que, muy al contrario, puede que en 72 horas todo el hemisferio norte de la Tierra quede sumido en una nueva glaciación. En medio del caos que se desata, Hall hará todo lo posible por llegar hasta Nueva York y rescatar a su hijo Sam y sus amigos, que se encuentran atrapados en Nueva York.

OPINIÓN: Una de esas películas de catástrofes, previsibles y sin un gran guión pero que te salva un sábado por la tarde o un domingo por la noche  y que, a pesar de todo, cuando la empiezas, no la puedes dejar.
Como decía, el género "catástrofes", salvando reliquias como "el coloso en llamas" o joyas como "Titanic", no suele prestarse a grandes guiones ni actuaciones, sino más bien todo lo contrario. Suele estar plagado de sobreactuaciones, carreras, gritos, grupos que poco a poco van reduciéndose hasta que queda una pareja protagonista o un único individuo en la pantalla.
Pues bien, esta película va un poco por ahí. Denis Quaid y su equipo se salvan, pero a Gyllenhaal y a Rossum dan ganas de darles un par de caponazos para que espabilen y dejen de babear... Pura sonrisa congelada y caritas bobas.
El argumento es el primer punto a favor de la producción. No es descabellado, se basa en los últimos planteamientos e hipótesis sobre el cambio climático, solo que en lugar de dejarlo pasar en un considerable periodo de tiempo de 500 o 1.000 años, lo acelera todo y lo pone en bandeja en unas escasas 72 horas. La reflexión del final sobre el Primer Mundo teniendo que pedir ayuda y refugio al menospreciado Tercer Mundo es pura demagogia, pero bueno, al menos está bien que alguien plantee la posibilidad y las consecuencias que ello tendría.
El punto fuerte de la cinta es, por tanto, los efectos especiales, ganadores de un premio BAFTA incluso. La verdad es que esa pequeña parte morbosa de la raza humana no se cansa de ver y recrear como podría ser el final de nuestra especie, o al menos de ver cómo nos las arreglaríamos en un buen aprieto. La verdad es que son, más que especiales, espectaculares.

LO MEJOR: Los efectos especiales.
La escena en la que en la Biblioteca central, recogiendo libros para quemarlos, un hombre y una mujer se enfrascan en si se puede quemar a Nietzsche o no; y un poco más adelante, cuando el mismo tipo, se hace con una  Biblia de Gütemberg para salvarla de la quema.

LO PEOR: Ya lo hemos dicho, que es previsible y no tiene ni un gran guión.

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